miércoles, 25 de noviembre de 2009

25 de novembro "Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres"

No que levamos de ano van máis de 1.000 ordes de protección solicitadas na provincia de Pontevedra, isto amosa a confianza depositada polas mulleres nas medidas articuladas polo Goberno central para loitar contra a violencia machista, pero lémbranos que esa lacra social segue existindo.
O 25 de novembro foi declarado "Día Internacional Contra la Violencia hacia las mujeres" no primeiro Encontro Feminista para América Latina e o Caribe, celebrado en Bogotá (Colombia) en 1981.
Algunhas das atrocidades cometidas polo ditador dominicano Rafael Leónidas Trujillo quedaron recollidas no libro ‘La fiesta del chivo’, no que o escritor peruano Mario Vargas Llosa emprega o seu saber para contar parte dos crimes de esa humanidade orquestrados por un mandatario que nunca debeu nacer. Na súa listaxe figura a orde de asasinar ás irmáns Mirabal o día 25 de Novembro.
Aquelas mulleres dedicábanse ó que algunhas de nós facemos hoxe con total liberdade: participar activamente na vida política, algo aínda impensable en moitos países. A historia mundial non pode contarse –como se fai en moitos casos– sen falar da opresión á muller dende que é muller e polo simple feito de ser muller. Por iso existe o 25 de Novembro, no que cada ano recordamos que para eliminar a violencia de xénero é preciso que mulleres e homes nos miremos de igual a igual, que nos teñamos o mesmo respecto. Sinxelo, pero incomprensible aínda para moitos, para milleiros de homes que nos castigan en todos os países do mundo para demostrar a súa superioridade.
Incontables mulleres e algúns homes traballamos cada día para que as vexacións e ataques verbais, para que a violencia física, pasen á historia. Para conseguilo, necesitamos o respaldo de toda a sociedade, o apoio de todos e todas. E se vén de alguén que ten capacidade para esparexer as súas ideas por todo o mundo, moito mellor. É o caso do escritor uruguaio Eduardo Galeano, que o fai á perfección no seu libro ‘Espejos’, un curioso repaso ó pasado, dese pasado que non ten cabida en libros de texto e, nin sequera, en enciclopedias.
Aí van dous dos seus textos, porque a memoria contribúe a mellorar o presente e a construír un futuro mellor.

Un arma peligrosa
En más de treinta países, la tradición manda cortar el clítoris.
El tajo confirma el derecho de propiedad del marido sobre su mujer, o sus mujeres.
Los mutiladores llaman purificación a este crimen contra el placer femenino, y explican que el clítoris
es un dardo envenenado,
es una cola de escorpión,
es un nido de termitas,
mata al hombre o lo enferma,
excita a las mujeres,
les envenena la leche
y las vuelve insaciables
y locas de remate.
Para justificar la mutilación, citan al profeta Mahoma, que jamás habló de este asunto, y al Corán, que tampoco lo menciona.

Hindúes
Mitra, madre del sol y del agua y de todas las fuentes de la vida, fue diosa desde que nació. Cuando llegó a la India, desde Babilonia o Persia, la diosa tuvo que hacerse Dios.
Unos cuantos añitos han pasado desde la llegada de Mitra, y todavía las mujeres no son muy bienvenidas en la India. Hay menos mujeres que hombres. En algunas regiones, ocho por cada diez hombres. Son muchas las que no culminan el viaje, porque mueren en el vientre de la madre, y muchas más las que son asfixiadas al nacer.
Más vale prevenir que curar, y las hay muy peligrosas, según advierte uno de los libros sagrados de la tradición hindú:
-Una mujer lasciva es el veneno, es la serpiente, es la muerte, es todo en una.
También hay virtuosas, aunque las buenas costumbres se están perdiendo. La tradición manda que las viudas se arrojen a la hoguera donde arde el marido muerto, pero ya quedan pocas dispuestas a cumplir esa orden, si es que alguna queda.
Durante siglos o milenios las hubo, y muchas. En cambio, no se conoce, ni se conoció nunca, en toda la historia de la India, ningún caso de un marido que se haya zambullido en la pira de su difunta mujer.

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